Esta colaboración está dedicada para todos nuestros amigos – reales o ficticios- que tienen la honesta intención de adquirir una franquicia en los días próximos, y que van a conocer las opciones más atractivas para ello en las próximas ferias de franquicias; Analizaremos brevemente el caso de una pareja -está si real- de inversionistas de mediana edad, quienes están contemplando iniciarse en el mundo empresarial lo más rápido posible, adquiriendo una franquicia.

Los nombres han sido cambiados por razones obvias, y cualquier semejanza con prospectos actuales y pasados será una mera coincidencia, la transmisión oral de esta leyenda sirva para alejar del mal a las presentes y futuras generaciones de aspirantes a franquiciatarios. Conozcamos los:

Antecedentes del caso

La pareja en cuestión está formada por dos ejemplares típicos de lo que hoy se conoce como “chavorrucos”, amables, educados y muy buena onda de 43 y 39 años respectivamente, quienes para efectos de esta narración se les conocerá como Beto y Caro; ambos trabajan para el sector privado en una empresa transnacional con sus oficinas corporativas en la zona de Santa Fe, y los trayectos hasta su casa, ubicada en la ahora maltrecha zona de Villa Coapa los tienen totalmente fastidiados. Tienen dos hijos, de 19 y 14 años de edad y estudiando en colegios particulares cercanos a su domicilio, de igual manera los padres de ambos viven y son razonablemente activos económicamente; los papás de Caro viven en Querétaro y tienen una fuente de sodas, mientras que los defeños padres de Beto son propietarios una papelería muy próspera, cercana a una universidad particular del sur de la ciudad.

En la chamba, Beto se enteró de que a partir de Enero habrá un movimiento en la plantilla de personal que provocará una liquidación- re contratación inmediata que lo incluye a él, que le dejará un beneficio económico que rondará en el orden de cuatro millones de pesos (nada mal para quince años de trabajo) pero que le preocupó muchísimo durante los pasados seis meses, en los que pensó sin cesar en la méndiga llamada de RRHH, que daría por terminada su relación laboral con la empresa. «No vale la pena estar con el alma en un hilo, esperando a ver a qué horas se le ocurre al jefe mandarme a volar, ya no puedo estar así» pensó para sus adentros. «Necesito crear un patrimonio financiero para mi familia y para mí, que me permita vivir tranquilamente, no depender de una empresa que me emplee, que me despida cuando se le antoje. Algo que puedan heredar los chavos y lo hagan crecer».

El radio del auto sonó claro y fuerte: «Feria Nacional de Franquicias siglo XXI; tu oportunidad para independizarte y ser tu propio jefe”…» Seiscientas oportunidades de negocio a tu disposición, este 3 y 4 de….» Aunque ya le habían platicado unos amigos acerca de las franquicias, nunca lo había pensado con calma; se dijo a sí mismo » ¡esta es la mía! Ya me vi» y todas esas expresiones que se dice uno cuando cree haber dado con una buena idea. Memorizó las fechas y horarios del evento, y con mucha ilusión llegó a casa a platicarle a Caro acerca del tema. Con fiebre de 40 grados centígrados desde la mañana, Carito le dijo que sí a todo, sin darle mucha importancia.

Llego el sábado, el salón de exposiciones del banco de ideas modernas se encontraba pletórico y a reventar, lleno de banners, globos, música a buen volumen, edecanes, equilibristas en zancos, payasitos –maquillados y no-  y lo que podría llamarse «buen ambiente» , muchísima gente, en su mayoría familias con niños,  aspirantes a socialités (o al menos así se sienten)y grupos de estudiantes de nivel universitario con mucha curiosidad de conocer el panorama de oportunidades de negocios existente, y de cumplir con su tarea para el lunes. Comida escasa y cara, sin posibilidad de encontrar una bebida refrescante decente y a buen precio, y con un ruido ambiental capaz de estresar a un fraile dominico en dos minutos o menos. Empezaron a sentir cierto fastidio después de haber recorrido los dos primeros pasillos del evento, en donde pararon en cuatro Stands con ofertas casi típicas de este tipo de puestas en escena:

*Franquicia de inversión mínima, negocio redondo con $50,000 pesos de inversión inicial. Cientos de franquicias vendidas en el último año.

*Franquicia de inversión de nivel mediano, al orden de $ 400,000, en sociedad con el franquiciante, comodato de equipos y modelo de inversionista ausente; “tú invierte en sociedad con nosotros y los días veinte de cada mes te esperamos para cobrar tus dividendos”. Abriendo mercado en el D.F, después de romperla con un concepto súper innovador en Matehuala, Moroleón, Río Verde y Silao. Nada menos.

*Franquicia de inversión al orden de un millón de pesos, modelo llave en mano,  sale un joven adulto güerito, trajeado, calvo o rapado y barba de candado (¿por qué será tan típico este look?), echado para adelante, “no te preocupes en nada, yo te busco el local,  y te armo el punto de ventas”, se anuncia como la más rentable de todas las franquicias de la feria, tiene un stand muy grande donde cabe una pequeña área de conferencias, donde cada media hora otro ejecutivo de ventas , del mismo tipo que el anterior, y acompañado por una chica alta, delgada, igualada y con el modo de hablar que se describe como “fresa” explica el modelo de negocio a un público debidamente atraído por el casi acoso sexual de la edecán argentina en turno, las galletitas, el café , y las plumas, encendedores, dijes y demás promocionales regalados a la entrada. Hay mesas con periqueras, y al centro una gran campana, la cual se hace sonar en el momento en el cual se firma un contrato de franquicia, haciendo un gran escándalo por haber aprovechado el 50% de descuento en la cuota de franquicia. Son los stands más populares de la feria, regularmente.

Franquicias de rango de inversión por encima de los tres millones de pesos, con cifras y datos en dólares americanos, regularmente estas franquicias son extranjeras o nacionales muy pretenciosas; generalmente todos vienen uniformados, y sus playeras polo están bordadas con su nombre, se habla de negocios, próximas aperturas y países donde hay presencia de la marca, con acento muy marcado o de plano en inglés.

De los demás stands ni hablar, con muy poca gente o de plano nadie en ellos, sus aburridos encargados ya ni siquiera abordan al transeúnte, o de plano les regalan un volante y una pluma, nada más. En estos podemos agrupar a las revistas, directorios de cámaras comerciales, asociaciones civiles, representaciones de gobiernos estatales o municipales y organizadores. Otros stands son de Consultores en Franquicias y Negocios, que agrupan información de varias marcas, que tienen una comercializadora de franquicias; aquí estamos incluidos quienes también hacemos nuestra lucha en eventos como este.

Además, se le ocurrió cargar con los suegros al buen Beto, y como ya son señores de tercera edad, pues se cansaron bastante en muy poco tiempo.

En el resumen de la primera mitad de este encuentro, debo subrayar que muy lejos de mi intención el demeritar las ferias de franquicias, todo lo contrario, son eventos que a pesar de ser ineficientes, son muy sanos, porque en realidad son escaparates muy atractivos para que el franquiciante dé a conocer su marca; así mismo, cuando se aprovechan correctamente las ventajas de tener un stand, los consultores en franquicias y vendedores de las mismas empezaron a recopilar la base de datos que les dará de comer el próximo trimestre, pero cómo la están pasando esos futuros prospectos? a estas alturas del juego tanto Caro, Beto y los suegros ya están engentados, fastidiados, con 18 pasillos más que recorrer, con sed y calor, él hambre normal de un sábado a las 5 de la tarde, pagando caro la novatada de asistir a estos eventos sin una mínima preparación  (¿por qué tendrían que saberlo?) y con más dudas que respuestas en sus cabezas, con una bolsa llena de plumitas, pastillitas para refrescar el aliento, flyers, trípticos y material promocional de algunos stands visitados…ganas de salir corriendo, no creen?

¿Ustedes piensan que es el mejor escenario para Caro y Beto, para poder tomar decisiones asertivas con respecto al futuro de su patrimonio financiero?

¿Qué hacer?

En nuestra próxima entrega, les platicaré acerca de cómo debemos aprovechar un evento de feria de franquicias, para encontrar verdaderas oportunidades de negocio y pensar seriamente que encontraremos un rector de nuestro futuro patrimonio económico; qué debemos preguntar a las marcas que se muestran, y preguntarnos a nosotros mismos antes de adquirir una franquicia. ¡Hasta la próxima!

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